Lampedusa y la justicia de las leyes

Publicado el 2013-11-05 » 4530 Views» Por Vincenzo Zaccaria » Derechos fundamentales, Migración

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Lampedusa y la justicia de las leyes

El Filósofo Thomas Hobbs decía que antes de la ley había solamente el caos y que esta había intervenido para poner orden y evitar un conflicto continuo entre los seres humanos. Al ver algunas leyes parece que estas favorecen el caos en lugar de evitarlo o prevenirlo. De hecho en el siglo XXI este conflicto, tristemente, aún no ha desaparecido, prueba de ello ha sido lo que ha pasado a inicios de octubre  en Lampedusa.

Los inmigrantes además de haber sufrido el hundimiento de su barca que ha provocado más de 300 muertos, tienen que responder al delito de “Inmigración Clandestina” con arreglo a la Ley Bossi-Fini (nº 189/2002) por haber entrado sin documentación.

El conflicto dicotómico entre ley natural y ley humana (la que surge de los hombres), ya fue tratado por Sófocles y luego Eurípides en sus obras teatrales que ambos titularon Antígona, en la que la protagonista decidió sepultar a uno de los dos hermanos muertos en batalla, Polinices. Mientras, el otro, Eteocles había sido enterrado con honores por haber combatido en el bando vencedor. Su tío Creonte, nuevo monarca, ordenó que el cadáver de Polinices fuera dejado en el mismo lugar donde había caído. Antígona desafía la ordenanza porque considera que es más importante la ley natural que impone la sepultura para evitar que el cadáver sea comida de hienas y buitres.

Los pescadores que en Lampedusa han socorrido a los náufragos, como Antígona,   son teóricamente imputables por “complicidad en inmigración clandestina”, asimismo se ha comprobado que la patera fue avistada por otros barcos de pescadores que no intervinieron precisamente para evitar el enjuiciamiento. 

Lo ocurrido en Lampedusa es lamentable desde cualquier punto de vista, el filósofo Kant retoma este concepto con el famoso epitafio que quiso para su tumba “El cielo estrellado sobre mí y la ley moral en mí”, es decir, he sido sepultado con la ley moral en mi cuerpo como si fuera un órgano más porque es algo intrínseco al ser humano.

Otro reciente caso de contraste es la normativa del Gobierno de Rajoy, introducida con los Reales Decretos-leyes nº 16 y 1192/2012, que limita la atención medica pública a los inmigrantes irregulares solo a los casos de urgencias, maternidad y atención infantil. Afortunadamente, hay muchas Comunidades Autónomas, incluso algunas afines al gobierno, que han desafiado este nuevo reglamento atendiendo de todos modos a esta gente casi a “fondo perdido” dado que los gastos médicos no serán devueltos por el Ministerio de Salud. También hay médicos que basándose en el juramento hipocrático “desatienden” estas normas en forma “alegal”.

El filósofo Platón describía la esencia de la naturaleza del ser humano a través de la metáfora del carro tirado por dos caballos, uno blanco que representa la razón, el otro negro que representa el instinto, por tanto es necesario que ambos corran de forma simétrica para que el carro no cuelgue más de un lado que del otro. Asimismo, la mente humana para actuar bien debe utilizar ambas cualidades intrínsecas, precisamente el instinto lleva a un hombre a ayudar a otro que se está ahogando en el mar o que está desmayado sin pedirle sus papeles.

Otro desafió a la Ley poco conocido sucedió en Grecia el pasado verano donde agricultores y productores del famoso yogur griego en lugar de quemar la sobreproducción, limitada según las normas del mercado único europeo,  han decidido “devolverla” a las asociaciones benéficas donde, tristemente, cada día acuden cada vez más griegos para poder comer o recibir comida. La Unión Europea ha decidido no activar el procedimiento de infracción al país helénico por no haber hecho “respetar” esta norma.

Una pregunta surge espontáneamente, ¿Cómo se puede pensar en crear una Unión Económica si luego se obliga a un país a deshacerse de su sobreproducción, pero a comprar con intereses la de otros países?

Estos casos delatan una clase política nacional y europea que vive en su “corte celestial” como el emperador chino, sin conocer e interesarse de lo que ocurre fuera de esa aldea dorada.

Una sociedad civil madura debe exigir que sus ciudadanos cumplan las leyes, no obstante en estos casos el Estado aparece disfrazado de verdugo en lugar de árbitro, la única reacción justa, no puede no pasar por su incumplimiento. La desobediencia civil fue planteada por Thoreau a finales del Siglo XIX, el primer ejemplo fue Gandhi con su protesta pacífica que logró vencer al Imperio Británico y  obtuvo la independencia de la India.

Recordemos a Rosa Parks, una costurera negra que rechazó ceder su puesto en un bus y sentarse al fondo junto con los demás negros como prescribía la Ley de Apartheid de los EEUU de aquel entonces, contribuyendo a su abolición diez años más tarde.

Cuando la ley humana no respeta la ley natural probablemente estamos ante el riesgo de volver al estado del caos que precedía la Ley y una implosión de la sociedad. Probablemente en esta época necesitamos como nunca un personaje anónimo como Antígona, Gandhi o Rosa Parks que sepa despertar las conciencias y obligar al Estado a cambiar la ruta de navegación antes de que el barco se hunda como el Titanic.

2 Responses to Lampedusa y la justicia de las leyes

  1. Jorge Romón dice:

    “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”… “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.Ejercer el derecho y ayudar a ejercerlo”… “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”… “Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.” (Art. 3, 13(2), 14(1) y 28 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 )… Tenemos las manos largas para escribir derechos, pero a veces parecemos paticortos, ciegos, sordos y mudos a la hora de llevarlos a la práctica. Hacer cumplir su ejercicio no es fácil, pero es deber de todos… La situación de Lampedusa me recuerda este post que escribí hace poco http://viajandodescalzo.blogspot.com.es/2013/10/lineas-en-el-cielo.html

  2. Pingback: Lampedusa: La justicia de las leyes | legalites y +

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Sobre el Autor


Abogado en España e Italia, ha realizado el Máster en Derecho de la Unión Europea en la Universidad Carlos III de Madrid y el Máster en Derechos Humanos y Gobernanza en la UAM. Hace cinco años se trasladó a estudiar y vivir a España, aunque sigue trabajando en ambos países. Actualmente divide su tiempo entre el ejercicio de la abogacía como autónomo y la colaboración en la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR).